VISITA A LA BASÍLICA

Ayer, nos volvimos a encontrar con la Virgen de los Desamparados. Esta vez fue en la Basílica, en Valencia. Un autobús lleno de ilusión y vecinos de Massamagrell y otros tantos que también se acercaron en sus propios coches, convirtió la tarde en oración, agradecimiento y unión.

Nada alegra más a una madre que ver a sus hijos reunidos, poder recibirles en casa y compartir con ellos mesa. Ayer se dieron todas estas circunstancias y pudimos disfrutar de una tarde que quedará en nuestros corazones.

Recordar la especial acogida que tuvo la visita de la imagen peregrina de la Virgen de los Desamparados a Massamagrell los días 30 y 31 de mayo y 1 de junio de este año, nos retornó de algún modo a ese fin de semana, a las emociones, a la oración profunda, a las eucaristías, a ese diálogo con la Madre que todo lo escucha, a los rosarios compartidos, a los cantos, a las cenas, a las interesantes charlas, a las vigilias que se quedaron cortas pues todos queríamos aprovechar su cercanía un poquito más, a los rostros de quienes la esperaron con gran gozo en las residencias y mucho más. Fue un volver a estar con nuestra mirada puesta en su mirada, como hacía unos100 días.

En la iglesia de la Virgen del Rosario, el manto que se confeccionó durante los días previos a la visita nos recuerda que todos estamos bajo su hermosa protección. En las calles, ya no se ve el movimiento, pero en los corazones de cada uno de nosotros sigue bailando el calor de esos días y que ayer avivamos de nuevo.

Vixca la Mare de Deu!